Un día en moto por Hidalgo

El día no quería empezar. Tenía la misma flojera que yo de emprender lo que parecía un largo y aburrido trayecto hacia el oeste – o para mi, a Pachuca. Esa carretera a la ciudad de los Pastes. Una linea recta sin mucho más que unos balnearios, todos fuera de lugar, par distraer la vista.

Claro, una vez en la Royal todo cambia y no hay cosa mejor que un camino de asfalto con el sol asomandose por el horizonte y Otis Redding sonando en las bocinas del casco. Lo que me emocionaba de este día era llegar al corredor de la montaña – justo pasando la carretera Mexico – Pachuca.

Pachuca es una ciudad muy moderna. Es como un teaser cinematográfico a todo el poderío industrial del norte – con sus sobrepasos y inmuebles todos nuevos y relucientes. Hasta pasar el ultimo puente de seis carriles y subes por una vereda llena de hoyos y coladeras destapadas hasta llegar a una gigantesca señaletica verde que indica que el Corredor De La Montaña es aquí (flecha).

Mineral del Monte es donde desayunamos. El Club de Aventura Sierra Victoria tiene una buena descripción de este pueblito y sus casas Cornicas. De hecho estabamos ahí en este viaje de conocimiento justamente para planear esa aventura.

Tomando del Club:

Desayunamos en una antigua casa Cornica hecha de metal, es entonces cuando te das cuenta, que en este lugar todo es de metal en una ciudad que respira una pasada riqueza y aún conserva ese aire de burguesía colonial, como si te encontraras en un cuento de García Márquez. Un café de una olla de metal como las que usaba la cocinera de Francis Rule, vecino de esta casona, al prepararse su tasa de cada mañana. Unos pastes acompañan el café. Que rico.

Nos saltamos la Mina de Acosta. Aunque se las recomiendo ampliamente; Emilio, el minero, cuenta una muy buena historia olvidando ningún detalle.

Se paren o no a Acosta, les recomendamos tomar el caminito a las minas. Este se convierte en una brecha de terrazería. Al lado te sigue un riochüelo de lo más bonito, a la derecha estructuras gigantescas muy fuera de lugar que te recuerda que aquí, antes, vivía la crème de la crepe. Sigue este camino y resiste la tentación de subirte a la carretera federal – aunque no lo indique, el camino te lleva derechito a Omitlan de Juarez. Igual de bonito que Mineral.

La carretera conduce y se desvía a los Prismas Basálticos que fue la segunda parada del día. Es una parada obligatoria si no la haz hecho en los últimos dos o tres años: Ya arreglaron. Como describirlo…. bajo una luz correcta digamos una luna llena con pocas nubes y estando en medio de todo podrías asegurar estar en Krypton y que si dejara de llorar – el niño de la carriola es Kal-El. Al mismo tiempo no te explicarías porque pavimentaron y pusieron tanta estructura de cemento. Es un lugar bonito prisionero al desarrollo necesario para solventar la logística de los cientos de autobuses que llegan a diario. Lo mismo sucede con tantos otros lugares.

No llegue a decifrar si era un lugar privado concesionado o parte de la INEGI como debería de ser. Hace falta señaletica explicando más a detalle porque estas prismas tan hermosas y raras aparecieron aquí de la manera que lo hicieron. El prismi guía no ayuda y si alguién se “chuto” los 45 minutos de charla televisiva prevío al llegar al porque porfa agregelo a los comentarios.

Según Wikipedia:

“Son el resultado del enfriamiento lento de la lava hace varios millones de años. De esta manera se formaron las columnas de basalto de 5 ó 6 caras .. (que) decoran las paredes de la barranca de Alcholoya”

Te dejo igual? A mi también. Pero vayan. Prismas así solo hay en dos lugares en el mundo y en Krypton.

Saliendo es obligatorio dar vuelta a la derecha y bajar por esa bajada empinada y de piedras sueltas. Pocos camiones Turísticos lo hacen y siento que por la poca señaletica pocos otros turistas se aventuran a la Hacienda Santa María de la Regla.

Santa María de la Regla

 “Sí si sí. Aquí me quiero casar” Que lugar más bonito y perfecto para una boda. Es lo primero que viene a la mente por lo menos. Cascadas a lo lejos, rodeados por las paredes de una barranca enorme, lago, río, chimeneas, patos … ¿¡que más!?

Lo mejor es que te dejan explorar como niño chiquito sin nunca escuchar un “cht cht cht! bajese de ahí!” Ofrecen servicios de guías, pero a veces es mejor imaginarselo todo. Esas enormes chimeneas y sotanos de cuartos y cuartos… como para hacer lingotes de oro y plata y guardarlos – y el patío ahí es donde de 1 a 3 iban a comer su sandwish y más alla, ahí trabajaba Romero de Terreros. y que bonito hotel boutique.

Lo anuncian mucho en la tele dicen. Pongan atención. Vale la pena.

La carretera de terrazería se une con la federal camino a Huasca de Ocampo. Son caminos perfectos para rodarlos en moto. Cruzando una presa, pasando caballos.

Huasca de Ocampo

Tampoco me imagine que en medio de todo esto Huasca de Ocampo fuese a ser tan bonito y tan parecido a Valle de Bravo o San Miguel de Allende. Por el cuidado y detalle en las calles, los hoteles boutique y restaurantes bonitos, como por la gente de Las Lomas.

Les recomendamos la cocina del 1910. El dueño es de esas personas que se le nota la emoción por llevar su establecimiento de la mejor manera. Y se contagia en la comida.

Es un buen pueblito para tomar un helado después de comer y pasear por sus calles. Quizas quedarse una noche y disfrutar el hotel.

Hay muchos lugares donde llevar la motocross – se ve por todas las motocross en las calles.

Según te indican en el pueblo, hay tours de cuatrimotos que te llevan a Cañon Peña del Aire – pero con una Royal Enfield pasas sin problema (auuush).

Cañon Peña del Aire

Como todo lugar donde paramos este día – no puedes regresarte a casa sin antes parar a ver el Cañon Peña del Aire.

Y si alguna vez han ido al Gran Cañon en Arizona tendrán la misma sensación de lo anti-climático que es llegar. Porque nunca te imaginas que pasando esos terrenos de cosecha sin cosecha – esos arbolitos – te vas a encontrar con semejante creación de la naturaleza. Es un cañon. Enorme. Las casas y el río debajo se ven diminutos y se escucha como pega el viento contra las paredes.

En el mirador principal hay un operador que te permite lanzarte en tirolesa para cruzar ese vacío. También puedes hacer rappel y hay excursiones a caballo para bajar.

Dado que no esta lejos de todo lo anterior, te lo recomendamos como una parada necesaria.

Hidalgo y el Corredor de la Montaña tiene mil lugares donde explorar. Nuestro viaje en moto este día llego a estos puntos clave antes de emprender el viaje de regreso a casa. Sin duda a sido uno de los días más llenos de lugares sorprendentes que hemos tenido en varios meses.

Como siempre y si quieren más información sobre el viaje, los lugares que visitamos y sobre Sierra Victoria, no duden en dejarnos un mensajito.

La ruta la pueden encontrar en el Google Maps de Sierra Victoria aquí.